Una perturbación (palabra que tiene su origen en el vocablo latino perturbatĭo) es, en líneas generales, el resultado de perturbar o ser perturbado. Este término, como se desprende de la teoría, se emplea en varios ámbitos y especialidades, por esa razón resulta interesante conocer sus aplicaciones y significados diversos para poder, de este modo, expresarnos con claridad y tener un vocabulario vasto y adecuado.

Los expertos en cuestiones marítimas, por citar un caso específico, hablan de perturbación de la aguja cuando necesitan indicar la variación detectada en la orientación de la aguja magnética por efecto del poder ejercido por el hierro de la embarcación.

Los geólogos, en cambio, entienden por perturbación a las modificaciones producidas y descubiertas en la conformación de depósitos aluviales a lo largo de los años. En este contexto, es común mencionar la idea de edafoperturbación, tal como se define a las perturbaciones que no están generadas por el proceso conocido como iluviación.

También en el campo de la Astronomía se habla de perturbaciones pero, en este caso, relacionadas a las alteraciones que surgen a raíz de las ubicaciones relativas de dos o más planetas.

Cabe resaltar que, además de las perturbaciones citadas líneas arriba, hay otras exclusivas del área matemática (donde se ha formulado una ‘Teoría de perturbaciones’), de la Medicina (para hablar de perturbaciones en el equilibrio biológico) y algunas vinculadas a la tecnología ya que una señal analógica o digital puede ser afectada por una perturbación que dificulte su transmisión, por citar algunas otras a modo de referencia.