Tiempo atrás, en Tipos.com.mx presentamos el concepto de resistencia y señalamos en ese entonces que existía una amplia variedad de categorías que extendían el uso de este término hacia numerosos rubros. Hoy, a fin de ofrecerles mayor información al respecto, les contaremos en qué consisten las resistencias de tipo físico y qué variantes pueden llegar a tener.
Según los profesionales que estudian el cuerpo humano, el hombre posee capacidades corporales para realizar determinados movimientos y esfuerzos. En ese contexto, aparece la idea de resistencia física, un recurso que le permite a cualquier sujeto tolerar rutinas prolongadas de ejercicios.
Estas resistencias, de acuerdo a las características que presenten y a las partes del organismo que involucren, pueden clasificarse como aeróbicas, anaeróbicas, locales (si trabajan determinados músculos) o generales (el ejercicio afecta a toda la estructura).
Las primeras, dicen los expertos, implican cuestiones tanto físicas como respiratorias ya que los movimientos se llevan a cabo en presencia de oxígeno y se busca, por lo tanto, mantener un equilibrio entre el oxígeno que se recibe y el que se consume.
Por su parte, la resistencia anaeróbica surge cuando la intensidad del esfuerzo es superior a la media y el oxígeno que nos llega es insuficiente. Cuando el ejercicio es fuerte pero no se prolonga demasiado, la energía empleada no provoca elementos de desecho. A esto se lo conoce como resistencia anaeróbica de tipo aláctico, pero si la rutina tiene una duración mediana y no es tan intensa pero provoca fatiga, se la identifica como resistencia anaeróbica láctica.