El término en latín locutĭo es la base de “locución”, una palabra que para la gramática no pasa desapercibida porque describe a una construcción coherente de vocablos y hace referencia a una estructura concreta que se utiliza como un tipo específico de palabras.

Como al hablar podemos apelar a varios recursos y crear múltiples combinaciones de palabras, son muchas las clases de locuciones que están reconocidas por los expertos a nivel mundial.

Hay, por ejemplo, locuciones de carácter adjetivo (aquellas que permiten reemplazar a uno o más adjetivos), otras de raíz verbal (que tiene como fin sustituir a un verbo) y locuciones denominadas sustantivas que buscan representar a un sustantivo.

Además, existen las locuciones pronominales; las preposicionales; las adverbiales; las conjuntivas; las interjectivas y las cuantificadoras (también llamadas intensificadoras).

A continuación, algunos ejemplos de los distintos tipos de locuciones que pueden emplearse en diálogos de la vida cotidiana:

– “La conferencia girará en torno a las problemáticas sociales del mundo contemporáneo”
– “Esta sopa está de re chupete”
– “Recién caigo en la cuenta: apenas faltan 2 días para el tan ansiado viaje a Londres”
– “¡Dios mío, esto es un espanto!”
– “El equipo es nuevo, pero ya ha tenido un sinfín de inconvenientes”
– “Con tal que se alimente bien, lo dejo jugar con la comida”
– “Te aviso de antemano: hoy no me quedo a cenar después del partido”
– “Si ustedes son felices así, hagan caso omiso al qué dirán”
– “Alguno que otro estaba ebrio, pero en general fue una fiesta muy tranquila”