Tipos de papel para imprimir


El papel es un producto de uso universal que no siempre se fabrica del mismo modo y con un único objetivo, por eso a la hora de seleccionar uno hay que tener en claro qué uso se le dará y qué clase de material es el más conveniente para tal fin.

Si uno pretende realizar impresiones, por ejemplo, descartará la opción del papel pergamino vegetal y del papel encerado, pero tendrá en cuenta otras clases de pliegos.

Si bien hoy en día existen numerosas marcas y tipos de papel, por lo general a la hora de imprimir se apuesta por el denominado papel offset y el papel estucado, ya sea en tonalidad brillante o mate.

La primera de las alternativas citadas en el párrafo anterior es la que se reserva en especial a trabajos donde se pueda escribir encima, tal como resulta fundamental en papeles de carta, talonarios de facturas y fotocopias. En cambio, el papel estucado es propio de publicaciones impresas, catálogos y folletos, donde la tinta resbala y pueden surgir borrones si se intenta escribir sobre ellos. Otra opción si se desea imprimir libros gruesos y resistentes gira en torno al denominado papel biblia.

Para obtener copias de alta calidad, la mayoría de las impresoras trabaja con papel satinado, aunque existen casos de compañías que fabrican sus propios papeles y otras firmas que trabajan para lograr que en el papel común también se obtenga la mayor calidad posible.

Para las impresoras térmicas, además, se acostumbra usar papel sensible al calor y papeles metalizados.