La Real Academia Española (RAE) define al concepto de pandilla como una trampa que por lo general se hace juntando cartas, aunque en la vida cotidiana el común de la gente asocia al término con la idea de bando o grupo que desarrolla distintas acciones en conjunto. También se admite como significado del vocablo la noción de liga que forman algunas personas para engañar o dañar a otros.
Como estos conjuntos infaltables en núcleos urbanos suelen tener la estructura de un grupo organizado y reunir distintas características, se acostumbra describir de manera única a cada pandilla.
Si sus integrantes, ya sean hombres o mujeres, poseen antecedentes y motivaciones similares y tienen a la vía pública como punto de reunión y escenario de influencia, se las presenta como pandillas callejeras, pero si sus miembros son jóvenes de barrio no se los suele encasillar en el grupo anterior sino que se les da identidad como pandilla juvenil.
Cabe destacar que aunque entre los distintos tipos de pandilla pueden existir coincidencias, se acostumbra nombrar su condición más relevante, por eso cuando se trata de una banda callejera que comete delitos y/o actos de violencia se prefiere mencionarla como pandilla criminal. Dentro de este conjunto aparecen, por ejemplo, las organizaciones transnacionales conocidas como maras.
Más allá de los ejemplos citados, hay que decir que existen a nivel internacional pandillas de prisión (surgidas con el propósito de brindarse protección mutua entre los miembros), pandillas militares, pandillas científicas y pandillas religiosas, entre muchas otras clases de pandillas.