El uso más extendido del concepto de zapallo guarda relación con la gastronomía. Se trata de un producto comestible que es sinónimo de calabaza. De todos modos, más allá de esta interpretación resulta interesante señalar que, en países como Uruguay y Argentina, se suele aprovechar el término de manera coloquial para describir a una persona boba o tonta (“Éste es un zapallo, siempre se olvida o pierde algo en distintos lugares”).
Si pensamos en ingredientes que utilizamos para desarrollar distintas clases de platos, entonces reconoceremos múltiples variedades de zapallos, algunas de las cuales vamos a describir a continuación para ayudarlos a ampliar sus conocimientos generales.
El zapallo italiano, por ejemplo, se cultiva en la actualidad en numerosos países y también recibe la denominación de zucchini. Se trata de un alimento rico en minerales y vitaminas.
El zapallo coreano, se obtiene de una planta trepadora propia de América del Sur y América Central de la cual se aprovechan tanto sus semillas y frutos como sus brotes y flores.
El zapallo amargo, en cambio, es una variedad propia de territorios como Perú y Argentina que hoy en día se utiliza con fines decorativos ya que no es recomendable consumir ni destinar esta especie a preparados medicinales (descartando así prácticas antiguas).
El denominado zapallo serrucho, por su parte, se aprovecha en la cocina para elaborar compotas, conservas y sopas, entre otras propuestas culinarias. También suele ser uno de los elementos tenidos en cuenta para los rituales que se llevan a cabo en el marco de la celebración conocida como Día de Muertos.