Se conoce como transporte celular al proceso basado en el intercambio de sustancias desde la parte interna de las células con el exterior por medio de la membrana plasmática. Gracias a este método, las células incorporan nutrientes y expulsan los desechos, por eso resulta interesante saber cómo se efectúa esta actividad que, para no confundirlos con términos complejos y lograr que todos puedan comprenderla, trataremos de explicar de la forma más sencilla posible.

Cuando buscamos información relacionada a esta clase de transporte, aparecen como alternativas de desarrollo el transporte pasivo, el transporte activo y el transporte en masa.

El primero de este transporte celular consiste en el avance de moléculas por la membrana plasmática sin gastos de energía. Como parte del transporte pasivo se pueden mencionar a la ósmosis, la difusión simple, la difusión facilitada y la diálisis (también conocida como ultrafiltración).

El transporte activo, en cambio, sí supone gastos de energía debido al traspaso de diferentes concentraciones. Según cómo se produzca este proceso, es posible reconocer un transporte activo primario (bomba de sodio y potasio) y un transporte activo secundario (donde no se traspasa la membrana y se obtiene la energía del gradiente de concentración de iones sodio presentes en la citada membrana).

Por último haremos mención al transporte en masa, un conjunto que nuclea a dos modalidades para el transporte de partículas de dimensiones considerables o macromoléculas: la endocitosis (segmentada según cada caso en pinocitosis, fagocitosis y endocitosis mediada por receptor) y la exocitosis (secreción o expulsión de sustancias gracias a que se fusionan vesículas con la membrana celular).