Tres interpretaciones reconoce el diccionario de la Real Academia Española (RAE) para el concepto de soprano, una palabra de origen italiano. En primer lugar, el término se vincula a la música, ya que en ese marco se destina a la identificación de la voz humana más aguda y a mencionar del mismo modo a quien posee ese registro. Ya lejos de la aplicación artística, se acepta el vocablo para hacer referencia a los hombres castrados.

Retomando la interpretación desde la perspectiva musical, es posible encontrar a partir de esta idea mayores precisiones que enriquecen nuestros conocimientos y datos vinculados a las múltiples subcategorías contempladas dentro del conjunto de los sopranos.

Hay quienes, por citar una alternativa puntual, tienen voz soprano de coloratura (ágil, con tesitura expuesta y apta para dominar el registro del silbido), mientras que otros pertenecen al grupo de la soprano ligera (tesitura pequeña y capacidad para alcanzar los agudos sin dificultad). Las voces clasificadas como sopranos líricas, por su parte, poseen más densidad vocal y un timbre más oscuro respecto a las sopranos ligeras.

De buscar más información sobre estas categorías, adquirirán relevancia las clasificaciones de soprano lírica ligera (con un alcance considerable para los graves), soprano lírico spinto (matiz parecido al de la soprano lírica), soprano soubrette (como lo es, por ejemplo, la estadounidense Dawn Upshaw), soprano dramática (como la sueca Birgit Nilsson, quien nació en mayo de 1918 y se destacó tanto en óperas como en obras sinfónicas) y soprano falcon (esta última está señalada como un nivel intermedio entre la soprano dramática y la mezzosoprano lírica).