No hace falta ser un experto en cuestiones de lenguaje para darse cuenta que el concepto de separación se aplica en incontables situaciones y permite, por lo tanto, describir alejamientos o distanciamientos en múltiples contextos.

Con sólo poner el foco en el campo del Derecho, adquieren relevancia las figuras de separación matrimonial (que, por lo general, se disuelve formalmente con el divorcio pero que también puede quedarse en una separación de hecho) y de separación de bienes. A nivel judicial, es posible distinguir además entre separaciones de mutuo acuerdo y separaciones contenciosas, mientras que al analizar la estructura de un Estado se advierte la separación de poderes y, por lo tanto, la separación de facultades.

Los astrónomos, por su parte, suelen hablar de separaciones angulares, así como los químicos y físicos aluden a la separación de isótopos, a la separación de fases y a la separación de sustancias. En Matemática, en cambio, entran en juego los axiomas de separación y el método de separación de variables, por citar algunas referencias.

La separación en sílabas, la separación de residuos, el proceso de separación de un empleado (hasta tanto, por ejemplo, se aclare un episodio confuso que lo involucra o el problema que lo tenga como protagonista), la separación celular, la separación gravítica, la separación magnética, la separación de ambientes y la separación vertical reducida mínima (RVSM) son otras de las alternativas de uso de este término que, sea de la forma en la cual se lo aproveche, siempre intenta dar idea de apartamiento, aislamiento o ruptura.