Varias son las clases de señales que, en la vida cotidiana, podemos llegar a conocer, aprovechar y a distinguir. A las señales de tránsito ya las describimos en otra ocasión: ahora, llega el momento de ofrecer información sobre las denominadas señales eléctricas.
De acuerdo a la teoría, este tipo de señal surge a raíz de un fenómeno de carácter electromagnético y puede subdividirse en distintas categorías en función de las características que presente en cada caso.
Cuando el voltaje cambia de manera constante en modo de corriente alterna y pasa de tener un signo eléctrico positivo a uno negativo, se habla de señal eléctrica analógica. De tener un ancho de banda ilimitado y cumplir ciertos requisitos específicos (como el de variar de manera discreta), entonces se habla de una señal analógica compuesta, más conocida como señal digital.
Asimismo, es posible reconocer a las señales continuas (las cuales se caracterizan por conservar el signo a lo largo de su extensión), a las señales alternas (que nunca puede llegar a ser de carácter constante por variar su signo), a las señales de tipo periódico (poseen cierta reiteración de los valores involucrados) y a las señales aperiódicas (en las cuales resulta imposible determinar el ciclo de la onda porque suelen ser aleatorias, tal el caso de la señal de audio, por dar una referencia concreta).
Si profundizamos en esta temática, podremos saber además que hay señales eléctricas conocidas como impulsos nerviosos que se originan a partir de un cambio temporal de la porosidad en la membrana plasmática y son transmitidas por las neuronas. Este tipo de señal, consideran los expertos, representa la base del traspaso de información en el sistema nervioso.