Con origen en el vocablo latino regĭmen, la palabra ‘régimen’ identifica a un grupo de principios y normativas que se implementan como filosofía de un gobierno o que determinan el desarrollo de una cierta actividad.
Asimismo, el concepto refiere a la forma convencional o regular en la cual se produce un determinado fenómeno; alude al plan alimenticio de alguien que quiere adelgazar o tiene que respetar una dieta por cuestiones de salud (“Tengo que hacer régimen por unos días hasta que se me cure el estómago”, “Estoy a régimen por un cuadro de gastroenteritis agudo”) y sirve a nivel gramatical para describir la dependencia que poseen entre sí los términos involucrados en una oración.
A partir de los múltiples significados que tiene esta palabra, es posible reconocer a diferentes clases de regímenes. Por citar algunos a modo de referencia: régimen económico (sistema que adopta un país para fijar las pautas que rijan los intercambios con otras naciones), régimen de visitas (el que se establece para que ambos progenitores, ya separados o divorciados, puedan pasar tiempo con su hijo y mantener el vínculo más allá del tipo de relación que mantengan los padres) y régimen hidrográfico (variaciones surgidas en el caudal de una corriente fluvial a raíz del clima).
De profundizar al respecto, aparecerán otras ideas que amplían el alcance de la noción, tal como sucede al hablar de régimen feudal, régimen parlamentario, régimen constitucional, régimen democrático, régimen señorial, régimen militar, régimen tributario, régimen procesal, régimen franquista, régimen de vientos, régimen foral, régimen laboral, régimen disciplinario, etc.