Tipos de puros


Con origen en el vocablo latino purus, el concepto de puro puede utilizarse como adjetivo en múltiples circunstancias. Se lo puede aprovechar, por ejemplo, para describir a algo que carece de aditivos o mezclas (“Al jugo puro rebajalo con un poco de agua para que no quede tan fuerte”, “Me gusta el café puro”), a alguien que practica la castidad (“Es una mujer pura”) y a aquello que no tiene imperfecciones relacionadas a la moral (“Su historia de vida es un ejemplo de ética pura”).

Asimismo, es frecuente que se hable de puros cuando se desea hacer referencia a los cigarros o cigarrillos que se elaboran sin papel, es decir, que se limitan a ofrecer como contenido hojas enrolladas de tabaco. En este sentido, se puede diferenciar entre puros de México; puros originarios de Cuba; los puros de República Dominicana (que se ofrecen en tres variedades: una que se conoce como ‘olor dominicano’, otra que ha sido bautizada como ‘piloto cubano’ y una tercera, más fuerte, que se define como ‘San Vicente’); los puros de grueso calibre (de sabor más suave respecto a los puros finos); los puros finos; los puros figurados y los puros parejos (de clases Panetelas, Coronas y Lonsdales), por citar algunas posibilidades.

Cabe resaltar también que, más allá del tamaño, la procedencia y las particularidades que pueda tener un cigarro puro, estos productos pueden ofrecer un sabor particular ya que hay marcas que comercializan puros de chocolate, de vainilla, de manzana y de cereza, entre otras alternativas originales.