El concepto de pirámide puede ser entendido desde el ámbito arquitectónico como un monumento realizado en piedra o ladrillo que posee estructura piramidal (como las pirámides egipcias, aztecas y tantas otras desarrolladas por múltiples civilizaciones que aún se conservan en distintos países y constituyen una verdadera atracción a nivel turístico), mientras que si se lo aprecia con bases propias del campo de la geometría se lo describe como un cuerpo sólido cuyas caras son triángulos que se unen en un único punto, llamado vértice.
Cabe resaltar que el término (derivado del latín pyrămis) también es relevante en otros sectores ya que, por ejemplo, es sinónimo de estafa o negocio fraudulento para el área económica y da nombre a diversos sitios y construcciones del mundo (la estación madrileña Pirámides, la localidad argentina de Puerto Pirámides, la colina bosnia bautizada como Pirámides Bosnias, la Pirámide de París, etc.)
En función de las características que presenten y a qué cuestión refieran, es posible hallar numerosas clases de pirámides. Cuando se habla de pirámide de edades, por citar un caso, se hace mención al diagrama que representa la distribución proporcional de grupos de edades que se pueden identificar en una población, así como la expresión “pirámide óptica” refiere a la imagen que forman los rayos ópticos cuando tienen por base un objeto y, por vértice, al punto impresionado en la retina.
Pirámide regular, pirámide truncada, pirámide nutricional, pirámides contemporáneas y pirámide cuadrada son otras nociones que permiten diversificar el significado de la palabra ‘pirámide’.