Tipos de nudos


Como nudo pueden entenderse múltiples ideas. Un nudo, por ejemplo, es un lazo que se estrecha y cierra de modo que no pueda deshacerse solo y que cuanto más se tensa uno de sus extremos más se aprieta, pero también es la parte del tronco de árboles y plantas de la cual surgen las ramas.

Además, el concepto se utiliza para mencionar a la unión de los huesos de los animales, así como a la parte del cáliz litúrgico que se encuentra entre el pie y la copa. También, es un vocablo que identifica a la unidad de velocidad destinada a barcos y aviones, y al enlace presente en diversos géneros literarios que aparece antes del desenlace de una historia.

Como se puede advertir, se trata de un término de sentido amplio que enriquece al vocabulario desde distintas perspectivas. A raíz de ello, es posible hallar nudos de diferentes estilos y características.

Cuando se hace referencia a un nudo ciego, por ejemplo, se busca describir al lazo que es muy difícil de desatar, mientras que el nudo de tejedor es aquel que se forma a partir de la unión de dos cabos. El nudo del clavo, por su parte, es aquel que se utiliza con frecuencia en la pesca con mosca y que puede ser realizado de varias maneras.

Además de estas expresiones, es común citar al nudo de tripas (relacionado a una oclusión intestinal aguda), al nudo en la garganta (para describir a aquella congoja que impide hablar, tragar y hasta incluso respirar), al nudo gordiano (para evocar a aquella atadura que unía al yugo la lanza del carro de Gordio, un antiguo rey de Frigia) y al nudo marinero (aquel que se deshace con facilidad), entre muchos otros.