El humor es una condición del ser humano que se exterioriza de diversos modos y en distintas circunstancias. Este concepto que se asocia a la agudeza y jovialidad también está entendido como la buena disposición para llevar a cabo una determinada tarea.
Para satisfacción de quienes disfrutan encarar el día a día con una sonrisa y gozan al encontrar propuestas que permitan parodiar la realidad y realzar el perfil risueño de las cosas, son muchos los tipos de humor existentes.
Más allá de las expresiones “buen humor” (aquella que habla de una propensión a tener una actitud alegre) y “mal humor” (tendencia a la irritación, al fastidio y al enojo), se puede hablar, según sean las características de las bromas y/o chistes formulados, de humor absurdo, humor blanco, humor hacker, humor crudo, humor negro, humor seco, humor verde o humor duro.
El primero de los mencionados, por ejemplo, hace uso de situaciones disparatadas o incoherentes para provocar risas a partir de discursos irracionales, mientras que el segundo carece de connotaciones obscenas y denotaciones negativas y está impulsado por el factor sorpresa. El humor hacker, en cambio, es exclusivo de los expertos en informática, quienes se valen de un lenguaje y procedimientos específicos para parodiar elementos vinculados a los ordenadores.
Para estar considerado como crudo, asimismo, el humor debe ser lo suficientemente efectivo, original y contundente como para provocar risas a partir de situaciones que provocan dolor o vergüenza en sus protagonistas. Algo similar ocurre con el humor negro, una categoría que trata de divertir con cuestiones relacionadas a la muerte y todo lo que está asociado a ella.