La hamburguesa es el producto estrella en los locales de comida rápida: grandes, jóvenes y niños consumen a diario estos medallones tan amados como criticados. Este sándwich puede llegar a tener muchas calorías según los ingredientes que incluya y, por las consecuencias que tiene sobre el organismo, la adicción que genera y su origen, es repudiado por sectores que defienden la comida saludable y proponen alternativas de nutrición respetuosas hacia el reino animal.

Para satisfacción (y tranquilidad) de un gran número de personas, es importante destacar que existen numerosas clases de hamburguesas y que no todas integran el grupo de la llamada comida chatarra.

A diferencia de las hamburguesas de carne picada que pueden complementarse con panceta, jamón, queso, tomate, lechuga, pepino, aderezos varios y/o papas fritas, las hamburguesas vegetarianas tienen un sabor único e ingredientes que no implican sufrimiento animal ya que se elaboran a base de zanahoria, garbanzos, lentejas, cebolla y arvejas, por enumerar algunas opciones comunes. Los veganos, por su parte, pueden incluir en su dieta hamburguesas de arroz.

Quienes se animan a experimentar en la cocina, en tanto, pueden conseguir exquisitas hamburguesas caseras, más sanas y económicas que las compradas en supermercados. Surgen, en este marco, hamburguesas de carne vacuna bien condimentadas, hamburguesas de pollo, hamburguesas de cerdo, hamburguesas de cordero, hamburguesas de berenjena, hamburguesas de pescado y hamburguesas de soja, que pueden cocinarse de diferentes modos, disfrutarse con pan o acompañarse con ensaladas, fideos, etc: como resulta evidente, es interesante y muy variada la oferta en materia de hamburguesas.