Filtros de café, filtros para piscinas, filtros de acuarios, filtros de aire… Hoy pondremos a prueba los conocimientos de todos haciendo alusión a las múltiples clasificaciones que amplían el alcance del concepto de filtro.
Al aprovechar el término desde la Matemática, por ejemplo, podremos trabajar en Teoría del Orden con filtros de conjuntos los cuales poseen, entre otras propiedades, la cualidad de intersección finita. Pueden distinguirse filtros principales y filtros libres (como el llamado Filtro de Fréchet).
Los expertos en Informática, por su parte, definen como filtro a un programa que permite el procesamiento de una corriente de datos. La opción de Autofiltro en las hojas de cálculo, en este marco, brinda la posibilidad de tamizar, en una lista, datos indeseados. En una página web, asimismo, se puede apelar al filtro de contenidos para evitar que se exhiban ciertos contenidos, mientras que un filtro de correo sirve para eliminar de manera veloz los mensajes de la bandeja de correo no deseado.
De centrar la atención en los filtros ópticos que son útiles para atenuar o suprimir determinadas luces, podremos hallar una gran cantidad de alternativas. Existen los filtros dicroicos, los filtros fotográficos, los filtros espaciales, los filtros de excitación, los filtros polarizadores, los filtros de resonancia atómica y los filtros de iluminación, entre otros.
Los filtros hidráulicos que forman parte de muchas maquinarias, en tanto, se dividen de acuerdo a sus particularidades, diseños y funciones en filtros de recirculación, filtros de llenado, filtros de succión, filtros de retorno y filtros de presión, por citar varios a modo de referencia.