Muchos objetos que podemos ver en nuestros hogares o incluso utilizar para trabajar y realizar manualidades son de cartón.
El cartón es un material que puede tener diferentes formas, presentaciones y tamaños. Hay, a partir de él, envases, bolsas, embalajes, cajas, adornos, maquetas, barajas de naipes, juegos de mesa, etc. pero la variedad de materia prima es muy amplia, razón por la cual resulta interesante conocer las alternativas disponibles.
Una clasificación general puede servirnos para diferenciar entre cartones sólidos blanqueados (reservados para desarrollar estuches de gran calidad y lujo), cartones sólidos no blanqueados (por su resistencia se los aprovecha para realizar cajas para trasladar y comercializar latas y/o botellas), cartones folding (contemplados para envasar productos congelados) y cartones de fibras recicladas (para envasar zapatos, juguetes, cereales…).
Hay, asimismo, cartones piedra (tal como se define a una pasta que permite moldearla para formar múltiples figuras), cartones ondulados (con varias capas: las del medio ondeadas y las de los extremos, lisas, también conocido como cartón corrugado), cartones pluma (tal como se conoce al poliuretano), cartones yeso (empleado en el rubro de la construcción para revestir techos o paredes), cartones asfaltados y cartones para tapices (como los Cartones de Rafael y los Cartones de Goya), entre otros.
Cabe resaltar que, en el bingo o la lotería, se acostumbra aprovechar el término en expresiones como “cartón ganador” o “cartón lleno” para indicar que se tienen, en dicho cartón, todos los números que determina el azar y, por lo tanto, quien lo posee se hace beneficiario del premio propuesto para tal juego.