Tipos de atención


Atención es un vocablo que deriva del latín attentĭo y refiere tanto a la acción de atender (tener en cuenta algo o a alguien y cuidar de él o ello) como al acto de actuar con responsabilidad en lo que se va a decir o hacer. En ciertas ocasiones, también se aplica para describir la cortesía y/o demostración de respeto a través de un obsequio.

Mientras en la vida cotidiana pueden advertirse casos de atención voluntaria nacida por impulso de un determinado sujeto a partir de una motivación interna, en el entorno médico existe un tipo de atención definida como primaria que se caracteriza por ofrecerle asistencia médica inicial a quien presenta un problema de salud para estudiar el cuadro que presenta y tratar de revertirlo o derivarlo a algún especialista.

Más allá de las categorías citadas en el párrafo anterior, es importante tener en cuenta que la atención también puede ser de tipo activa e involuntaria (orientada por una percepción) o pasiva (aquella que es atraída sin esfuerzo) y clasificarse en función de los ámbitos o contextos en los cuales se aplique el concepto como atención al cliente y atención al público.

Los tipos de atención mencionados en último lugar son servicios que ofrecen las empresas y los organismos estatales para orientar, informar y responder a las necesidades de los consumidores.

Este contacto con los clientes puede establecerse de forma personalizada o a nivel global y ser canalizado por vía telefónica, Internet, correo postal o bien a través de encuentros presenciales.