Nodo, según la Real Academia Española (RAE), es un término que se utiliza para mencionar a cada uno de los dos puntos opuestos en que la órbita de un astro corta la Eclíptica y para nombrar a cada uno de los puntos que se mantienen fijos en un cuerpo vibrante.

De acuerdo a los expertos que analizan las palabras y sus aplicaciones específicas, este concepto también puede ser utilizado en el campo de la electricidad, en informática y en biología.

Así, entonces, es posible advertir la existencia de múltiples categorías y efectuar un reconocimiento profundo sobre el sentido de este vocablo. Un nodo, por ejemplo, es calificado por la astronomía como ascendente o boreal si se trata del punto en que el planeta pasa del área austral a la boreal de la esfera celeste y como descendente o austral si es el punto que atraviesa el planeta para pasar de la parte boreal a la austral.

Por fuera de este ámbito, se puede hacer referencia al nodo o nódulo auriculoventricular (situado en la aurícula derecha del músculo cardíaco y comunicado por medio de fibras internodales al nódulo sinoauricular), al nódulo linfático (depósito de tejido o acumulación de linfocitos que carece de cápsula de tejido conectivo) o a aquel nodo asociado al mundo de la informática que lo convierte en sinónimo de servidores o equipos ya que, en Internet, se describe como nodo a cada servidor, así como se presenta como nodo a cada computadora (u ordenador) que forma parte de una red.