Se conoce como cadena o proceso productivo a la serie planificada y organizada de operaciones que buscan transforman elementos o insumos en servicios o bienes a través del desarrollo de un procedimiento de carácter tecnológico.
Los procesos productivos industriales, en este marco, se basan en un conjunto de actividades que tienen como fin la elaboración de un producto o el ofrecimiento de un servicio.
De acuerdo a las características que presente el procedimiento y el modo de llevarlo a cabo, es posible distinguir entre procesos productivos técnicos (los cuales pretenden modificar las propiedades intrínsecas de algo), procesos productivos de tiempo, procesos productivos de lugar y procesos productivos de modo (para alterar el formato, la selección o la disposición de algo).
De tener en cuenta la modalidad, tenemos como alternativas a considerar los procesos productivos simples (para productos o servicios únicos) y los procesos productivos múltiples (aquellos que generan productos que dependen de otros técnicamente).
Más allá de estas cuestiones, es importante tener presente además el desarrollo de procesos productivos para satisfacer las necesidades del mercado (destinado a consumidores en general) y de procesos productivos por encargo (la elaboración surge tras un pedido puntual). El proceso productivo, además, puede impulsarse para almacenamiento (con el objetivo de mantener un stock) o bien por órdenes de fabricación.
Los procesos productivos artesanales y en serie (también definidos como producción en masa); los procesos productivos intermitentes y continuos; y los procesos productivos automatizados, mecanizados y manuales son otras categorías que demuestran la diversidad de opciones a evaluar al momento de producir un bien.