La definición de nomenclatura es amplia y se aplica de modo específico en diversos ámbitos. En líneas generales, puede presentarse como un listado de nombres de individuos u objetos (como sucede con la nomenclatura retroactiva, fácil de reconocer por ciudadanos comunes), pero si se lo aborda con fines más técnicos se lo puede entender como el conjunto de voces propias de una facultad (para dar sentido a expresiones como “Nomenclatura Química” o “Nomenclatura Matemática”) o a las voces lematizadas nucleadas en un diccionario.

Ante esta diversidad, siempre es interesante repasar ciertos conocimientos que permitan recordar, por ejemplo, que la nomenclatura química permite nombrar por un lado a los compuestos orgánicos y, por otro, a los inorgánicos. También, que existe una nomenclatura propia de la biología (la cual agrupa a los principios y reglas que rigen la denominación única, inequívoca y distintiva de los taxones animales y vegetales).

Sobre la clase de nomenclatura citada en último lugar resulta enriquecedor destacar que en ella se enmarca una modalidad conocida como nomenclatura binomial o binominal que se basa en un convenio estándar reservado para la categorización de distintas especies de organismos. Si ésta se extiende, entonces adquiere relevancia la denominada nomenclatura trinomial.

Por otra parte, al investigar sobre los alcances del concepto de nomenclatura tampoco se puede ignorar a la denominada nomenclatura combinada (propia del sistema aduanero común de la Unión Europea) ni a la nomenclatura soviética (noción que agrupa a una elite de la sociedad perteneciente a la ya desaparecida Unión Soviética).