El concepto de impresora se asocia, en líneas generales, a la máquina de tipo periférico que, tras ser conectada a un ordenador electrónico, imprime en un medio físico todos aquellos documentos (textos y/o gráficos) que se le han ordenado.
Con el paso del tiempo y los avances a nivel tecnológico, esta herramienta se ha diversificado y, hoy en día, es posible hallar a nivel mundial una amplia variedad de impresoras de distintos niveles de complejidad y alcances.
Las más populares, por ofrecer una buena calidad de impresión a bajo costo, tal vez sean las denominadas impresoras de inyección de tinta, así como dentro de las más revolucionarias y modernas se pueden citar a la impresora 3D (en versión tinta o láser) y a la multifunción.
Claro que la oferta no se limita a estas opciones, sino que incluye también equipos como las impresoras de alambre balístico, las impresoras de impacto (las cuales poseen un cabezal con agujas que golpean una cinta para generar la impresión de cada símbolo o letra), las impresoras de margarita (cuyo nombre se debe a la forma de flor que luce el dispositivo donde están contenidos los caracteres) y las impresoras de líneas.
Asimismo, hay un tipo específico de impresora, la térmica, que se desdobla en dos categorías en función de sus características. Así, entonces, los usuarios pueden optar entre la impresora térmica de cera o la impresora térmica sobre papel metalizado.
Para completar la lista, es necesario mencionar a la impresora de sublimación, a la de láser, a la matricial y a la impresora de energía almacenada.