El concepto de inventario (palabra derivada del latín inventarĭum) hace referencia al asiento ordenado y preciso sobre bienes y cosas pertenecientes a un individuo o a una comunidad.
Este registro documental puede tener distintas características en función de su contenido y finalidad, por eso a continuación describiremos de forma detallada los diversos tipos de inventario que pueden llevarse a cabo.
Cuando se trata de un documento que registra todos los bienes que una compañía posee al momento de la confección del asiento, se lo considera inventario inicial. En cambio, si se desarrolla cada un determinado lapso de tiempo y no aglutina la misma clase de contenidos en relación a otros ciclos, recibe el nombre de inventario periódico.
También existen los inventarios finales (realizados cada vez que el periodo fiscal llega a su fin), los inventarios de liquidación legal y los inventarios de materias primas, así como los inventarios más específicos como lo pueden ser los de productos en proceso de fabricación y los de productos terminados.
Inventarios de suministros de fábrica, inventarios de producción en proceso, inventarios de seguridad, inventarios forestales, inventarios de gestión, inventarios físicos, inventarios puntuales, inventario mixto, inventario cíclico, inventario en línea, inventario de fluctuación, inventario estacional e inventario permanente son, junto a los ya citados líneas arriba, otros modelos que le aportan variedad al recurso y proporcionan herramientas precisas para que, a la hora de diseñar y gestionar un inventario, cada individuo o corporación pueda hacer uso del tipo de estructura que le resulte más conveniente.