En el ámbito de la medicina se conoce como kinesiología a la especialidad basada en procedimientos y técnicas de carácter terapéutico orientados a recuperar o estimular los movimientos normales del cuerpo humano e impedir, con rutinas de ejercicios específicos, que se pierda la movilidad corporal como resultado de un estado prolongado de reposo o un accidente que dejó secuelas motrices.
Algunos profesionales que concluyen esta carrera se dedican a la kinesiología oncológica y, en este marco, son parte del equipo multidisciplinario que busca mejorar el estado de un enfermo de cáncer, mientras que otros optan por trabajar en kinesiología pediátrica para aplicar sus conocimientos en la estimulación temprana y en la rehabilitación infantil.
La kinesiología deportiva, por otra parte, permite prevenir lesiones en deportistas así como también promueve buenos hábitos para un rendimiento óptimo de alta competición sin dañar el cuerpo y permite rehabilitar pacientes afectados por un problema derivado de la exigencia física al hacer deporte, contribuyendo a la buena y rápida evolución de lesiones, diagnosticando de manera temprana la patología que afecta al deportista, etc.
La kinesiología neurológica, por señalar otra alternativa, busca prevenir, evaluar y tratar disfunciones del sistema nervioso para conservar o lograr el mayor nivel posible de capacidad funcional del paciente que sufre las consecuencias de trastornos, traumatismos, infecciones, etc.
La kinesiología cardio-respiratoria, la kinesiología y fisiatría intensivista, la kinesiología holística, la kinesiología integral y la kinesiología veterinaria son muchas de las otras especialidades que le permiten a un kinesiólogo desarrollar su actividad profesional en distintos ámbitos y con diferentes finalidades terapéuticas.