Al individuo que nace o se nacionaliza en Inglaterra se lo define como inglés (o inglesa, si se trata de una persona de género femenino). Esta palabra se utiliza además para describir al idioma que se habla en numerosos rincones del mundo y se incorpora como segunda lengua en múltiples países donde se la enseña y se la practica tanto de manera oral como escrita.
Hoy en día, al repasar la historia de esta lengua, se pueden reconocer varios dialectos y tipos de inglés. La forma más temprana de este idioma es el inglés antiguo de origen anglosajón, una lengua germánica occidental que predominó hasta alrededor del año 1100, así como las modalidades que se adoptaron desde fines del siglo XI hasta finales del siglo XV se conoce como inglés medio.
Distinto es el caso del inglés simple, una versión simplificada de la lengua original para ser aprovechada en ámbitos específicos con el objetivo de favorecer la comprensión del texto, como ocurre por ejemplo en la industria aeroespacial.
También es interesante señalar que cada país donde se habla este idioma cultiva un inglés específico, por eso hay un gran número de dialectos. En Jamaica, por destacar un caso en particular, se ha fusionado el inglés británico con el estadounidense para dar origen al denominado inglés jamaiquino. En Australia, por otra parte, se distinguen tres variedades de inglés australiano: Cultivated Australian English, General Australian English y Broad Australian English, mientras que en la zona del Caribe el inglés caribeño se subdivide en los dialectos de inglés creole, de inglés erudito y de inglés rasta.