El acto y consecuencia de fundir da como resultado una fundición. Esta palabra, además, sirve para describir al lugar donde son fundidos los metales, al conjunto de moldes empleados en las imprentas y a la aleación de hierro y carbono que se aprovecha para lograr piezas a partir del moldeo de los materiales fundidos.

Ante la amplia variedad de significados, resulta interesante conocer cuáles y cómo son las diferentes modalidades de fundición. A continuación, por lo tanto, detallaremos alternativas que demuestran el alcance y la diversidad de esta noción.

Existe, por ejemplo, el sistema de fundición a baja presión que permite trabajar un metal fundido a partir de la introducción de gas inerte o aire comprimido en un recipiente a presión a fin de formar piezas de acuerdo al molde utilizado.

La fundición prensada, por su parte, se desarrolla a partir de una prensa hidráulica y diversos utillajes, basándose en el principio de solidificación prensada de los metales fundidos.

La fundición por inyección, la fundición en coquilla y la fundición centrífuga son otras opciones que se tienen en cuenta para trabajar el metal.

Distinto es el caso de la llamada fundición gris, tal como se identifica a una clase de aleación ferrosa donde el carbono, por lo general, se presenta en grafito. La fundición blanca, en tanto, se caracteriza por contraerse al solidificarse y por tener carbono como parte de cementita. En esta modalidad mencionada en último lugar, aparecen las subcategorías de fundición blanca hipoeutéctica y de fundiciones maleables, por indicar algunas posibilidades.