Los eventos pueden ser acontecimientos que se disfrutan sin obligaciones mediante o compromisos que no se pueden eludir por razones estratégicas, por cortesía o para evitar conflictos.

Los eventos sociales son parte de la serie de citas donde a menudo entran en juego el protocolo y otras formalidades pero donde también se mezclan los afectos y la cercanía con los organizadores: si bien hay una amplia variedad de reuniones y ceremonias que se definen como evento social, en todas ellas los invitados deben adecuarse al perfil del acontecimiento y asistir para no decepcionar a quienes lanzaron las invitaciones.

Los eventos sociales pueden surgir, por ejemplo, en un marco familiar para celebrar un paso importante en la vida de alguien. Una boda, un aniversario, un cumpleaños, las despedidas de solteros y los ritos religiosos (bautismos, comuniones, bar mitzva, etc) son acontecimientos que suelen festejarse con una fiesta a la cual se invita a parientes y amigos. El evento, de acuerdo al presupuesto disponible, puede ser ideado para una concurrencia escasa (en un sitio de capacidad pequeña al cual se invita al círculo íntimo) o armado a gran escala para recibir a una multitud.

Las fiestas de fin de año también son eventos sociales donde es posible reunir desde amigos hasta compañeros de trabajo.

El lugar elegido también es importante a la hora de clasificar a estos acontecimientos. De la práctica se desprende que existen eventos sociales que se llevan a cabo en las instalaciones de una vivienda (un almuerzo o cena para agasajar a un flamante matrimonio, con amigos y familiares de ambas partes) y otros que se realizan en salones de hoteles (una fiesta para celebrar el aniversario de una empresa a la cual asisten directivos, jefes, empleados), por describir dos posibilidades comunes.