El concepto de elongación, que en líneas generales se aprovecha como sinónimo de alargamiento, está presente en los ámbitos de la Medicina, la Mecánica y la Astronomía. Existen, por lo tanto, varias categorías a tener en cuenta a la hora de expresarse, a fin de poder transmitir una idea clara utilizando las clasificaciones adecuadas para cada caso.
La elongación quirúrgica, por indicar una posibilidad, consiste en un procedimiento de cirugía basado en la corrección de malformaciones óseas de origen congénito y en el estiramiento de ciertos huesos del organismo.
Distinta es la interpretación dentro de la Genética, disciplina donde se consigue la elongación de la cadena polipeptídica a partir de adicionar aminoácidos al extremo carboxilo de dicha cadena.
Los astrónomos, en tanto, usan este término para identificar al ángulo formado entre un planeta observado desde la Tierra y su satélite. Se estudian, en este contexto, los ciclos de elongación de planetas superiores y los de los satélites de diferentes planetas.
Para los deportistas, hacer series de elongación muscular antes y después de realizar ejercicio es una rutina que minimiza el riesgo a sufrir una lesión y mejora la flexibilidad. Según la forma de llevar a cabo la técnica, es posible distinguir entre elongación activa (basada en una contracción muscular para alargar y estirar el músculo), elongación pasiva asistida (con ayuda de algún elemento o persona) y elongación balística (reservada para atletas profesionales, por tener que contraer el músculo de manera reiterada a fin de generar rápidas elongaciones), por citar varias opciones a modo orientativo.