La estructura dedicada a actividades mercantiles, industriales o del rubro servicios que posee fines lucrativos y responde al nombre de empresa puede clasificarse en numerosos tipos de acuerdo a sus características y los propósitos que persigue.
Una división general permite distribuir a las empresas en sector primario (segmento que abarca actividades como la agricultura, la ganadería, la pesca y la minería), secundario (industria textil, siderurgia y la química) y terciario (el cual incluye sectores como los del turismo, la educación y el comercio por mayor y menor).
Asimismo, las empresas pueden formar parte, de acuerdo al sector al que pertenezcan, de la rama industrial, comercial o de servicios.
Si se trata de una entidad comercial impulsada por accionistas particulares, se la define como empresa privada, así como es de autogestión si los fundadores son, a la vez, los empleados. Se trata de empresa pública, en cambio, si su control está bajo responsabilidad del Estado y se habla de empresa mixta cuando hay fondos tanto estatales como privados. Cuando se menciona la frase “empresa familiar”, como su nombre lo indica, se trata de un emprendimiento comercial compartido entre los integrantes de una misma familia.
En el mundo empresarial también hay compañías individuales, societarias y cooperativas, las cuales pueden pertenecer al ámbito de la microempresa si no supera los diez trabajadores; al de la pequeña empresa si emplea entre 11 y 50 personas; al de la mediana empresa cuando existe un personal de hasta 250 integrantes, al de gran empresa (más de 250 empleados) y al de la multinacional (de carácter internacional).
Las empresas locales, regionales, nacionales, transnacionales y líderes son otros tipos de firmas comerciales.