La pérdida o debilidad significativa de la memoria se denomina amnesia y constituye un trastorno que le impide a quien lo sufre conservar o recordar datos almacenados en la mente con anterioridad.
A lo largo de la historia, este concepto ha dado origen a películas, canciones y hasta a juegos, pero en esta oportunidad sólo haremos referencia a los distintos tipos de amnesia que puede afectar a un ser humano.
Al respecto, no se puede dejar de destacar que este problema puede ser analizado desde una base cronológica o una perspectiva etiológica. Así, pues, el experto que evalúa el cuadro puede establecer con precisión qué clase de amnesia padece el paciente.
Si los eventos más recientes no logran ser transferidos a la memoria a largo plazo, entonces se habla de una amnesia anterógrada, mientras que si no se poseen recuerdos sobre lo ocurrido antes del comienzo de la enfermedad, entonces se la denomina amnesia retrógrada.
Asimismo, una lesión en la cabeza puede dar origen a una amnesia traumática transitoria y un trauma psicológico y/o emocional puede ser disparador de una amnesia disociativa.
Tampoco se puede dejar de mencionar la existencia de la amnesia lacunar (pérdida de memoria provocada por un evento específico) ni ignorar a la llamada amnesia de la niñez (aquella que impide recordar sucesos ocurridos durante la infancia).
A estas categorías, para hacer una aproximación completa hacia el término, habría que agregar las de amnesia global, amnesia post-hipnótica, la amnesia psicogénica y la amnesia de fuente, entre otras.