El concepto de diplomacia se utiliza en la vida cotidiana para hacer alusión a los buenos modales y a la cortesía. En un contexto gubernamental, la diplomacia identifica a la ciencia que se basa en el trato y vínculos entre naciones a partir de un servicio que promueve las relaciones internacionales.
Las misiones o gestiones realizadas por cada persona elegida para llevar a cabo tareas diplomáticas pueden dividirse en diferentes categorías según las características que presenten.
Se habla de diplomacia permanente cuando se desarrollan misiones y representaciones de un Estado en otro por tiempo ilimitado. A grandes rasgos, se puede diferenciar entre diplomacia bilateral y diplomacia multilateral.
Al profundizar la búsqueda de información sobre este tema aparecen como alternativas a tener en cuenta la llamada diplomacia ad hoc (una clase de misión especial de límite temporal y carácter representativo para un determinado asunto) así como también la diplomacia de cumbre o directa (que, a su vez, puede subdividirse en las categorías de ad hoc y en serie).
Quienes se especializan en Política Internacional, por su parte, reconocen además opciones como la diplomacia de cañonero (modalidad donde se apela a la demostración de fortaleza y poder para lograr un resultado favorable en una negociación de Política Exterior), la diplomacia del dólar (modelo impulsado por Estados Unidos focalizado en el aprovechamiento del poder económico para dominar y ejercer fuertes influencias sobre múltiples naciones) y la diplomacia coercitiva (estrategia centrada en la amenaza para persuadir y conseguir el propósito buscado), por señalar otras tres variantes a modo de referencia.