Tipos de acero


El acero es una aleación de hierro y carbono que, según sea el tratamiento al cual se lo somete, puede destacarse por su elasticidad, dureza o resistencia. Según comprobaron los expertos que han analizado este material, el acero consigue conservar las propiedades metálicas del hierro en estado puro, pero también se beneficia con la adición de otros elementos tanto metálicos como no metálicos ya que le permiten mejorar sus particularidades físico-químicas.

Cabe destacar que si bien el nombre de la aleación es único, de acuerdo a su estructura, características y los usos que se le dé el acero puede ser enmarcado en diversas categorías. Así, pues, se puede identificar al acero laminado como el material que se utiliza para construir estructuras metálicas y llevar a cabo obras públicas, y al acero forjado como aquel que resulta de la aplicación de técnicas de forja realizadas a una temperatura superior a la de recristalización.

El acero corrugado, por su parte, es una variedad de acero laminado que se emplea, en la mayoría de los casos, en el hormigón armado. Cuando se habla de acero inoxidable, en cambio, se hace referencia a una aleación de acero y cromo, níquel y otros elementos que tiene la particularidad de ser resistente a la corrosión.

La clasificación del acero se completa con las categorías de acero al carbono (acero ordinario), acero especial (aquel que incluye no sólo hierro y carbono sino también otros elementos que mejoran las propiedades del acero), acero fundido (el cual se obtiene a partir de la quema de parte del carbono que posee el hierro colado) y acero rápido (clase de aleación donde es posible hallar una proporción elevada de volframio).