El concepto de vasectomía se utiliza en el campo de la Medicina para identificar a una práctica quirúrgica que se realiza sobre el aparato genital del hombre a fin de ligar los conductos seminales y evitar, de este modo, que el sujeto tenga posibilidades de procrear. Expresado en otras palabras, es un método permanente de esterilización llevado a cabo por especialistas en Urología que seccionan los conductos para impedir la fertilidad.

En la mayoría de los casos, quienes se someten a este procedimiento buscan una solución definitiva y confiable para no enfrentarse a la chance de ser padre de manera no planeada. Es importante tener en cuenta que los efectos de esta operación no se pueden revertir: por eso no es una opción recomendable para jóvenes o personas que no descarten la idea de tener descendencia. De todos modos, es importante resltar que, si la persona se arrepiente en un futuro, se puede intentar una fecundación artificial con una técnica conocida como vasovasostomía.

A modo informativo, podemos señalar que existen varias alternativas a la hora de optar por este método anticonceptivo. Al realizar la consulta médica correspondiente, el profesional podrá evaluar y plantear al paciente las posibilidades de la vasectomía con bisturí (intervención que demanda cierto tiempo y requiere ciertos cuidados posteriores) y de la vasectomía sin bisturí (mínimamente invasiva, más sencilla y menos incómoda que la convencional). En ambos casos, se trata de una práctica que tiene sus riesgos y no está exenta de complicaciones, por eso es fundamental asesorarse con profesionales de confianza, resolver todas las dudas antes de someterse al procedimiento y seguir los consejos médicos tras la operación.