La alimentación, ese proceso vital y voluntario para el ser humano que consiste en obtener, preparar e ingerir alimentos, puede ramificarse y dar origen a múltiples categorías que varían en cuanto a su naturaleza y características.
Si se trata de una alimentación que se lleva a cabo por vía endovenosa ante la imposibilidad de la persona de incorporar alimentos, se habla de alimentación parenteral, pero si el cuerpo humano recibe una fórmula alimentaria de características especiales se trata de una alimentación enteral.
La bomba de alimentación (también llamada alimenticia, la cual provee de agua las calderas de una máquina de vapor) es, como se desprende de su definición, otro tipo de alimentación que, en este caso, nada tiene que ver con las cuestiones nutricionales, así como también ocurre con la llamada fuente de alimentación por batería.
Si se restringe el significado del vocablo al ámbito de la nutrición y la alimentación humana, entonces se pueden encontrar allí alimentaciones de tipo complementario (la cual refuerza en los bebés a la leche materna pero no la sustituye), disociado (modelo que alienta a no combinar en una misma comida los hidratos de carbono y las proteínas), vegetariano (compuesta de verduras, frutas, guisantes, granos, semillas y nueces), naturista (relativo a las dietas desarrolladas en torno a los alimentos), crudo (limitada a las propuestas alimenticias sin cocción), macrobiótico (modo de comer basado en el equilibrio del Yin y el Yang), depurativo (ideada para desintoxicar y limpiar el organismo) y vegano (estilo basado en una alimentación vegetariana estricta donde no hay espacio para ningún producto de origen animal).