Si bien en teoría se conoce como tragos a las bebidas alcohólicas, en la práctica se suele diferenciar entre tragos con alcohol y sin alcohol. Asimismo, existen numerosas variantes que amplían las propuestas nucleadas dentro de la categoría de trago. En los párrafos siguientes, podrán encontrar mayor información al respecto.

En primer lugar, conviene tener presente que hay tragos generados a partir de una fermentación alcohólica y otros que se producen mediante destilación.

A partir de esa segmentación general, podemos reconocer subcategorías en función de los ingredientes y la complejidad de preparación. Hay tragos fáciles ideales para preparar en el hogar y otros más complejos que requieren ciertos conocimientos de coctelería para lograrse de manera exitosa. El ron, el vodka, la ginebra, el whisky y el fernet son bebidas muy utilizadas a la hora de hacer un trago, aunque no son los únicos productos válidos para arribar a un resultado tentador.

Se pueden disfrutar tragos frutales como el daiquiri, tragos suaves como el mojito o cualquiera que lleve helado y/o crema y tragos fuertes como el dry Martini o el margarita. Al buscar tragos refrescantes para tener en cuenta en días de mucho calor, aparecen como opciones interesantes la caipirinha y el Bloody Mary.

Muchos de los tragos mencionados líneas arriba figuran en el ranking de tragos más populares a escala internacional, donde también se pueden incluir alternativas como el gin tonic, el fernet cola, el Gancia batido, el Cuba libre, el destornillador, el whiscola y el Sex on the beach, entre muchas otras.