Entre los ejercicios físicos que uno puede realizar en su hogar para adquirir fortaleza muscular aparecen las sentadillas. Se trata de una actividad que ofrece la posibilidad de trabajar las piernas, la cadera y las nalgas, pero que exige dominar bien la técnica para no sufrir lesiones en las rodillas o sobrecargas en la zona lumbar.

Si bien las series de sentadillas pueden conjugar diferentes tipos de ejercicios, la variante más común consiste en flexionar las rodillas en un movimiento descendente (es decir, como sentándose en una silla imaginaria) dejando siempre la columna recta. Estas rutinas, dicen los entrenadores y deportistas, pueden hacerse, o no, con ayuda de accesorios como pesas o barras.

De usar una barra, por describir una posibilidad, existen las alternativas de realizar sentadillas de espalda con barra baja o con barra alta (de acuerdo a la altura en la cual se ubique el implemento). Si se prefiere no exigir a la columna vertebral, entonces una buena solución es hacer repeticiones de sentadillas frontales, que se caracterizan por concentrar el peso en la región delantera del cuerpo.

Asimismo, se pueden hacer sentadillas que permitan trabajar músculos de piernas y brazos al mismo tiempo (conocidas como sentadillas sobre la cabeza), especializarse en la modalidad bautizada Zercher (sentadilla que se inicia desde abajo hacia arriba por comenzar con la barra situada en el piso), entrenar a partir de sentadillas posteriores, alternar la rutina con sentadillas de una única pierna (con la otra pierna separada del suelo) o bien fortalecer la estructura muscular combinando las sentadillas con saltos.

Para que las series no resulten aburridas, se pueden incluir variantes como las de las sentadillas partidas, las sentadillas hindúes y las sentadillas búlgaras.