Quienes adhieren a los principios del movimiento rastafari, así como también los integrantes de ciertas etnias, suelen lucir un peinado basado en trenzas poco convencionales (batidas y logradas con pelo enredado y trabajado con peine para lograr el efecto deseado) que se conoce con el nombre de rasta.
Esta particular forma de organizar la cabellera consiste en armar tubos con mechones de pelo de espesor variable puede conseguirse con distintas técnicas y tener resultados diversos, por eso resulta interesante conocer (al menos, por curiosidad) las múltiples variantes que existen en materia de rastas.
Dicen aquellos que conocen el mundo de las rastas que este look puede tener origen natural o bien conseguirse a partir de rastas artificiales o postizas de diferentes tamaños y apariencias que se aplican en distintas partes de la cabeza de acuerdo a las preferencias de cada persona.
Asimismo, hay rastas temporales (que pueden extraerse en cualquier momento y volver a lucirse del mismo modo en que se ponen y se sacan las extensiones de cabello convencionales) y otras permanentes (aquellas que se arman con el pelo natural, sin intervención de mechones previamente desarrollados).
De aprovechar los recursos artísticos para tener rastas originales y llamativas, entonces se logran rastas con diversos materiales (como lana y tela) que pueden añadirse al resto de la cabellera o bien cubrir con ellas algunos mechones, según sea el largo y el tipo de pelo empleado. Las rastas decoradas pueden cubrir toda la cabeza o ser parte de un diseño que involucra únicamente a una parte.