La idea de recurso (palabra derivada del latín recursus) hace referencia al acto y consecuencia de recurrir, aunque también tiene atribuidos muchos otros significados, de acuerdo a la información que proporciona el diccionario de la Real Academia Española (RAE).

En líneas más generales, un recurso es un elemento que facilita o ayuda a lograr un cierto objetivo. En el campo del Derecho, en cambio, es una acción que puede llevarse a cabo en el marco de un proceso judicial a modo de reclamo o para intentar modificar la resolución dictada por un juez.

Como el alcance de este concepto es amplio, son muchas las clases de recursos que pueden identificarse en la vida cotidiana. De analizar las características de cada uno y tener en cuenta el contexto en el que se aprovechan, por ejemplo, se podrá diferenciar entre recursos materiales (elementos que se acumulan para desarrollar una determinada tarea) y recursos literarios (técnicas que le sirven al escritor para mejorar un texto o volverlo más original y atractivo), así como también se logrará identificar a los recursos que se consideran renovables (como el viento y la radiación solar) frente a los que no lo son (como el agua y el petróleo, por mencionar algunos).

Otros tipos de recursos que diversifican al concepto: recurso de amparo; recurso energético; recurso didáctico; recurso económico; recursos humanos; recurso de casación; recurso de súplica; recurso de nulidad; recurso de apelación; recurso de fuerza y recursos forestales, aunque hay que tener en cuenta que el listado es aún más extenso que el citado en este artículo.