El trabajo del orfebre (tal como se denomina al artesano que desarrolla y decora objetos a partir de metales preciosos como el oro y la plata) es un arte que se conoce con el nombre de orfebrería.
Como se trata de una labor muy antigua que puede llevarse a cabo de distintas maneras, con estilos específicos, materiales determinados y bajo diversas metodologías, en esta oportunidad haremos un repaso histórico que permita descubrir aspectos no tan conocidos de la orfebrería.
A fin de llevar un orden cronológico, en primer lugar resaltaremos la orfebrería primitiva, aquella que sentó las bases de los trabajos posteriores con decoraciones y grabados simples realizados en cobre. Ya para la Edad Antigua, la orfebrería había ganado relevancia y le aportaba fastuosidad a los imperios de Oriente Próximo, pero aún quedaba mucho camino por recorrer…
Con sólo visitar algún museo y apreciar piezas de gran antigüedad, podremos deleitarnos con el trabajo de los orfebres egipcios, quienes consiguieron resultados realmente asombrosos al aplicar oro en sus creaciones. También vale la pena destacar las obras logradas por los orfebres fenicios.
Con el paso de los años, lejos de desaparecer o perder vigencia, la orfebrería se transformó en un arte capaz de simbolizar el espíritu o las tradiciones de un pueblo. De ahí que, hoy en día, se pueda segmentar el estudio de la orfebrería y hacer foco en las particularidades de la orfebrería cristiana, la orfebrería prehelénica, la orfebrería gótica, la orfebrería renacentista y la orfebrería occidental, entre muchas otras variantes.