Para entender qué significa brackets y saber para qué se utilizan esas piezas, primero hay que conocer el concepto de ortodoncia, un término que nombra a una rama de la odontología focalizada en el estudio y tratamiento de malformaciones y defectos de la dentadura.
Es en este marco que un experto, tras evaluar la boca de un paciente, le aconseja a éste utilizar por un determinado periodo de tiempo aparatología fija para corregir anomalías en la posición de sus dientes.
Así, entonces, aparece en el lenguaje la noción de brackets, que puede reemplazarse por sinónimos como aparatos dentales o frenillos. Como se puede deducir en base a estas definiciones, los brackets no son más que una herramienta que permite llevar a cabo un tratamiento terapéutico para solucionar diversos inconvenientes vinculados a la posición dental.
Según las preferencias del paciente, los objetivos que se deseen cumplir a través de ellos y las posibilidades económicas de quien vaya a utilizarlos, se puede optar por la utilización de brackets metálicos (los más comunes y resistentes), brackets de plástico (no tan duraderos debido a que se deforman con los cambios de temperatura y se pigmentan con mayor facilidad), brackets de cerámica (más costosos que el resto pero de gran calidad) o brackets estéticos. Respecto a esta última alternativa, cabe resaltar que son productos pensados para resolver anormalidades dentales sin afectar la apariencia de quien los usa, por eso suelen ofrecerse en policarbonato o zafiro, en distintos colores o incluso transparentes para pasar lo más desapercibidos posible o bien cumplir un rol ornamental.