Tipos de bebidas alcohólicas


La sed se puede calmar con numerosas bebidas, aunque hay que recordar que estos productos no son todos iguales ni se utilizan con los mismos fines.

Según los componentes y los orígenes que posean, las bebidas pueden agruparse en distintos conjuntos y, a su vez, pertenecer a subcategorías más específicas con propuestas de propiedades similares.

Una primera clasificación, por ejemplo, podría separar a las bebidas alcohólicas de las que no lo son. En este grupo, según se desprende de las definiciones realizadas por expertos, aparecen todas las bebidas que contienen etanol (alcohol etílico) y que deben ser disfrutadas con moderación por mayores de edad ya que su consumo excesivo genera múltiples trastornos, entre los cuales se pueden mencionar a la deshidratación, las alteraciones metabólicas, la torpeza y el retraso en los reflejos.

Claro que a la hora de brindar mayores precisiones en materia de bebidas no basta con esta única categorización ya que las bebidas alcohólicas no surgen siempre del mismo modo. Algunas, como el vino y la cerveza, se producen por fermentación alcohólica, mientras que los licores y las aguardientes surgen por destilación.

Sobre estas cuestiones hay que aclarar además que pueden crearse bebidas alcohólicas tanto por simple fermentación y destilación como por la combinación entre ambos métodos.

Las bebidas de simple fermentación mezcladas con destilados incluyen al vermut y al oporto, entre otros. En el caso del ron, por otra parte, la bebida se obtiene a partir de la caña de azúcar sometida a los procesos de fermentación, destilación y envejecimiento que, por lo general, se llevan a cabo en barricas de roble.