En nuestro tiempo libre, a muchos de nosotros nos agrada grabar y ver videos. Se trata de materiales audiovisuales que surgen en distintos contextos por numerosos motivos y que pueden proyectarse por medio de diferentes dispositivos.

Hay, por ejemplo, videos familiares que se conservan en el hogar como recuerdo de cumpleaños, eventos religiosos, vacaciones, etc. Asimismo, es posible distinguir a los videos musicales (también conocidos como videoclips) que los artistas graban para difundir canciones.

De ser una película casera o un producto amateur desarrollado por un aficionado, independientemente del argumento o las imágenes, la cinta entrará en la categoría de video doméstico.

Cuando el contenido está centrado en la intimidad de las personas e incluye escenas relacionadas al erotismo y a la sexualidad de manera explícita, por otra parte, se podrá hacer alusión a los videos eróticos y a los videos pornográficos. Es importante tener presente que estos materiales no deben ser vistos ni mucho menos protagonizados por menores de edad: de ocurrir esto, la Justicia deberá intervenir por tratarse de un delito que puede llegar a dejar al descubierto un caso de pedofilia.

Aquellas grabaciones que un gran número de usuarios comparte por Internet, haciendo que su alcance llegue a límites insospechados en un breve periodo de tiempo, en cambio, se definen como videos virales. De ser una filmación solicitada por y para una empresa, se hablará de videos corporativos.

Otro dato interesante para tener en cuenta es que, al momento de categorizar un video, su contenido también puede influir: así, entonces, diferenciaremos a los videos graciosos, a los videos ecológicos, a los videos infantiles, a los videos deportivos, etc.