Aquel que posee la responsabilidad de ser tutor de alguien lleva adelante una tutoría. Se trata de un rol que se asume para proteger a un individuo y/o a sus bienes en el caso de que éste sea menor de edad o tenga discapacidades que le impida gestionar y administrar sus pertenencias y desenvolverse con libertad.

A nivel académico se puede identificar, por mencionar un caso puntual a modo de referencia, la tutoría personalizada. Se trata de una dinámica centrada en el vínculo cercano de un profesor o maestro con un alumno, donde el docente acompaña y guía a la persona que él ayuda a formar. Al respecto, resulta interesante mencionar que esta modalidad es parte de las tutorías académicas, un servicio donde los educadores acompañan y orientan a los estudiantes durante todo el proceso educativo. Puede segmentarse a su vez en tutorías de nivel inicial, tutorías de nivel secundario, tutorías de nivel terciario y tutorías universitarias.

La tutoría legal, en cambio, es aquella que habilita a una persona a realizar trámites, tomar decisiones o gestionar asuntos personales en representación de alguien que, por edad o incapacidad parcial o total, no puede.

De buscar más precisiones acerca de cómo es una tutoría, quién puede llevarla a cabo y en qué ambitos se aplica, encontraremos además de las opciones mencionadas líneas arriba las alternativas de la tutoría familiar (desarrollada por múltiples razones), la tutoría compartida (entre docente y familia) y la tutoría online (concretada en un entorno virtual), por citar otras a modo de referencia.