Para escribir, dibujar e imprimir se acostumbra utilizar diferentes productos, entre los cuales aparece la tinta. Se trata de un material en estado líquido que permite aportar color (se comercializan en distintas tonalidades, aunque hay muchos que prefieren trabajar con tinta negra, ya sea a la hora de imprimir hojas o de realizar una pintura) y marcar contornos, además de hacer visible la escritura.
Al buscar información sobre las variedades disponibles al respecto, podremos distinguir a la tinta china, las tintas pigmentadas y las tintas coloreadas. Asimismo, de hacer foco en las necesidades de una impresora para funcionar de manera correcta, se advierte la existencia de tintas fluorescentes, tintas borrables, tintas flexográficas, tintas “oficiales” y tintas clónicas, por mencionar algunas opciones comunes. Para propósitos más complejos y especializados, por otra parte, se reservan la tinta electrónica y la tinta invisible.
Más variantes que confirman la diversidad de este producto que suele manchar y arruinar diseños cuando aún está fresco: tintas serigráficas, tintas eco-solventes, tintas textiles, tintas termosensibles, tintas biodegradables, tintas vitrificables…
Antes de dar por concluido este artículo resulta importante señalar que el concepto de Tinta se aprovecha también para identificar a un distrito peruano localizado en el Departamento de Cusco y para describir al pigmento oscuro que ciertos cefalópodos desprenden: de ahí que se hable de tinta de pulpo o calamar. Además, hay una novela y una adaptación cinematográfica de esa misma obra titulada “Tinta roja” y una liana del grupo de las rubiáceas conocida como Rubia Peregrina que suele denominarse como “tinta huevos”.