Dentro de toda la variedad de test existentes hay uno exclusivo para mujeres en edad fértil: el test de embarazo. Con esta prueba, es posible determinar con un porcentaje variable de confiabilidad según la técnica empleada si alguien está, o no, esperando un hijo, aún cuando el proceso de gestación lleve unos pocos días.
Hay, como se advierte con un mínimo de información sobre el tema, muchos métodos para confirmar si se está en la dulce espera, pero por lo general el primero que se realiza es un test casero con un dispositivo que se compra en las farmacias o comercios similares. Esta pieza (una tira química que reacciona minutos después de recibir unas pocas gotas de orina) es fácil de conseguir, tiene un precio razonable y es sencilla de utilizar. Si el sistema detecta la presencia de una hormona conocida como gonadotropina coriónica humana, el resultado será positivo. Claro que se requieren estudios más precisos para confirmar el diagnóstico ya que a veces surgen falsos positivos en las pruebas de embarazo de venta libre.
Cualquiera sea el resultado del test casero basado en la orina, si se tienen síntomas de embarazo conviene consultar a un médico a fin de que el profesional haga la orden para una prueba de laboratorio que confirme o sirva para descartar por completo la existencia de un embarazo. Este estudio puede ser un análisis cuantitativo de sangre (de gran exactitud en el resultado) o un análisis cualitativo de sangre (no tan fiable como el anterior).