Se define como paquete al envoltorio no muy abultado de productos que pueden ser de distinta o igual clase. Además, el término se utiliza para denominar a un conjunto de servicios, datos o requisitos que se ofrecen o solicitan, según el caso, en distintos contextos.

En países como Uruguay, Bolivia y Argentina, por otra parte, se lo emplea en femenino, masculino y plural para calificar a una o más personas o eventos que se distinguen por su elegancia y esmero. Ejemplos: “Me invitaron a una fiesta súper paqueta”, “Los novios estaban muy paquetes”.

Así, entonces, se pueden identificar múltiples categorías respecto a los paquetes que pueden existir. Dentro de la gran variedad que puede ser reconocida a nivel general hay paquetes ciegos (denominación que recibe el fardo con correspondencia que no ha sido dirigido a su destino exacto), paquetes de acciones (conjunto de acciones de una empresa que pertenece a un único beneficiario), paquetes de medidas (las tomadas por un gobierno) y paquetes postales (los que se envían por correo).

Más allá de los mencionados, existen también los paquetes de software (serie de programas que se distribuyen de manera conjunta, los llamados paquetes-bomba (elementos que pueden tener el aspecto de una carta o encomienda y se envían por vía postal o mensajería pero persiguen fines dañinos ya que al ser abiertos explotan) y los paquetes turísticos (ofertas que realizan las agencias de viaje para seducir a eventuales clientes con un conjunto de actividades, servicios o itinerarios por un precio fijo), entre muchos otros.