El pan es un alimento presente en las costumbres nutricionales de millones de personas de distintas partes del mundo, aunque el concepto a veces se utiliza como sinónimo de masa de otras clases de productos (pan de azúcar, pan de jabón).
Como no todos los panes poseen los mismos ingredientes ni se refieren a una misma cosa, para ofrecer precisión en el mensaje que se desea transmitir e identificar con exactitud al tipo de pan mencionado se suele apelar a diversas expresiones.
Así, entonces, se puede hablar de panes sin levadura (también conocidos como panes cenceños y con la particularidad de formarse sólo a partir de la combinación de harina y agua), panes de masa ácida (cuya corteza es de un marrón muy marcado y su sabor es distinto al del pan tradicional por acción de los cultivos bacterianos de la masa) y panes sin gluten (permitidos para individuos celíacos).
Las opciones comestibles incluyen también a los típicos panes levados, a los panes planos, al pan frito, al pan rallado, al pan dulce, al pan integral y a otras alternativas más específicas que se nombran en función del ingrediente que lo saboriza, tal como ocurre con el pan de ajo y el pan de coco, por citar algunos.
Como se puede advertir, la noción de pan es una generalidad ya que, por ejemplo, hay quienes acostumbran comprar una determinada variedad aún cuando siempre se trate de pan. En este sentido, no se puede pasar por alto que el pan francés no es igual al pan cañón, ni que el pan cañada es distinto al llamado pan de muerto, una propuesta típica de México.