El concepto de jarabe, además de identificar a un producto medicinal que se administra por vía oral para combatir por ejemplo la tos en personas de diferentes edades, hace alusión a las bebidas que son dulces en exceso y a una danza popular mexicana que se baila en pareja.

El jarabe tapatío, por proporcionar más información en relación al uso artístico de la noción, es un baile propio de México donde parejas sueltas se mueven con paso y compás de zapateado. El jarabe mixteco, por su parte, es un baile folclórico distintivo de la región de la Mixteca Oaxaqueña que, en la ciudad mexicana de Huajuapan de León, se considera patrimonio cultural de la zona.

De centrar la atención en los líquidos dulces de consistencia viscosa, en cambio, podremos distinguir entre jarabes simples (a base de agua purificada y azúcar para formar una solución de sacarosa), jarabes medicados (aquellos que incluyen un principio activo o una sustancia medicinal) y jarabes aromatizados (muy empleados, por ejemplo, para la elaboración de bebidas gaseosas a fin de aromatizarlas y darles un agradable sabor). Con fécula o almidón de maíz, asimismo, conseguimos un edulcorante líquido que se conoce como jarabe de maíz.

Muy diferentes a los casos anteriores son los usos de dos expresiones popularizadas a nivel nacional: se apela a “jarabe de pico” para hacer referencia a promesas que no se cumplen y a palabras vacías que no expresan nada, mientras que “jarabe de palo” se usa para aludir a una paliza como correctivo o medio de disuasión.