Todo aquello que emite algo se define como emisor. En una comunicación, es quien genera o difunde el mensaje; en un marco eléctrico, es el aparato que produce las ondas que son emitidas por la estación de origen.

Como se advierte al repasar las aplicaciones del término, es una palabra de amplio alcance sujeta a numerosas categorías.

Las piezas electrónicas que pueden arrancar electrones de un sólido gracias a la exclusiva acción de un poderoso campo eléctrico, por ejemplo, se conocen como emisores de campo. Un emisor de radio, también conocido como radiotransmisor, es un dispositivo que, a partir de una antena, consigue irradiar ondas electromagnéticas compuestas por información, tal como sucede con las señales de telefonía móvil, de radio y de televisión.

Hay emisores, asimismo, relacionados a la climatización. En este caso, son dispositivos que irradian calor, extendiéndolo al ambiente. El radiador y el suelo radiante son algunos de los emisores más empleados para calefaccionar un lugar.

De buscar más alternativas, encontraremos dispositivos emisores de luz y emisores industriales de infrarrojo. En relación a este último conjunto, es posible distinguir a su vez cuatro subgrupos que se diferencian en base a la longitud de onda que emplean: emisores de infrarrojo de onda corta, de onda media rápida, de onda media y de onda larga.

Distinto es el caso de los emisores de valores de oferta pública, un grupo donde es posible identificar a las instituciones financieras, las entidades bancarias y las sociedades anónimas abiertas que emiten títulos de deuda y acciones.